Contratar copywriter freelance en Madrid

Contratar copywriter freelance en Madrid

No te voy a engañar:

Estoy escribiendo este artículo para mejorar el posicionamiento orgánico de mi web. Vamos, el SEO de toda la vida. Porque pagarle a Google Ads está bien, pero no pagarle está mucho mejor. Yatusabe.

Y si estás aquí es porque no ha ido tan mal, ¿verdad?

No solo quiero mejorar el posicionamiento orgánico, también quiero que contrates a un copywriter freelanceen Madrid. Es decir, a mí.

Que da un poco igual que yo sea de Madrid, de Barcelona o de Sebastopol. La tecnología es lo que tiene. Podemos hacer una videollamada en pantalón de pijama y todos tan contentos.

Digo que soy de Madrid porque vivo aquí, pero crecí en Benidorm. Gentilicio de Benidorm: turista.

¿En serio vive gente en Benidorm?

No, ya te he dicho que vivo en Madrid. Me llamo Antonio Carreño y además de copywriter, soy Licenciado en Veterinaria y tengo dos poemarios con la editorial Aguilar (Penguin Random House). He vendido unos pocos miles de libros, peeero eso no da para vivir. Y tengo la extraña manía de pagar alquiler de piso, coche, internet, gastos de luz y agua, comida, un gimnasio al que no voy, pienso para perros, juguetes para perros, camas para perros, veterinario para perros…

pensándolo bien, creo que trabajo para mis perros.

El caso es que me aburrí de mi último trabajo en la oficina y me hice copywriter autónomo. O copywriter freelance. O copywriter por cuenta propia. O merluzo a tiempo completo con irpf al 15% e iva del 21%.

Como lo quieras llamar.

Pero a lo que íbamos: necesitas copywriting y quieres contratar un copywriter freelance en Madrid.

Porque tú también querrás que funcione tu negocio. Porque también tienes la manía de pagar tu alquiler, tus facturas, tu coche y los caprichos de tu gato.

Y para eso tienes que llamar la atención y persuadir a quien entre en tu web, tu correo electrónico o tus redes sociales.

Los animales ya saben de persuasión (yo qué sé, soy veterinario y siempre tiro por ahí).

El colibrí, por ejemplo. El colibrí usa la “técnica de buceo“.

El macho se eleva 20 metros y cae en picado. Antes de llegar al suelo, hacen una vuelta en U y vuelve a subir. La hembra se fija en el que tiene más estilo y sube más alto.

Y tú no puedes hacer la del colibrí.

Tú solo puedes convencerlo con lo que escribas.

O el pingüino papúa. Otro crack de la persuasión.

Resulta que busca la piedra más bonita y se la regala a la hembra como símbolo de compromiso. Si ella acepta esa piedra, tendrán una relación monógama para siempre.

Y tú tampoco puedes hacer la del pingüino papúa.

Aunque no te falten ganas de darle una pedrada a alguien.

Podría seguir contándote rituales de apareamiento como el del caballito de mar o el del bonobo, pero creo que ya te ha quedado claro el concepto.

Tú lo que necesitas es que tus textos sean tan persuasivos como para mejorar tus ventas, tus conversiones, tu imagen de marca, tu posicionamiento SEO, la confianza en tu negocio

¿y eso lo pueden hacer las palabras?

A ver, es menos efectivo que apuntar a alguien con una escopeta y decirle que te compren, pero es que es ilegal y ñiñiñi.

Así que sí, lo pueden hacer las palabras. O lo deben hacer las palabras.

Y ya no me enrollo más, que ya he llegado a las 600 palabras que me pide el widget SEO para que Google me haga casito.

Gracias por llegar hasta aquí. Si me necesitas, solo tienes que silbar.

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